El pueblo no se vende, el pueblo se defiende!

La hierba encharcada, a medio crecer, sostiene los pasos que la apisonan. La fuerza de este pisar doblega los tallos verdes delineando el espacio que quiere ocupar. El agua allí recogida se escabulle con urgencia, escapando a esta presión tan inesperadamente violenta, para luego recuperar su posición una vez pasado el riesgo. Simultáneamente, empapa la bota que la fuerza. La hierba seca, quebradiza, se deshace en mil partículas de polvo una vez sometida a la mínima presión. Se compacta con el suelo formando un bloque estanco que oculta al sol su fértil raíz. Repele el agua que osa acompañarla. Quema el pie que la transita.
Las características de un hábitat bien conservado están estrechamente relacionadas con la preservación y el óptimo mantenimiento de la biodiversidad, fuente de todo desarrollo humano. Existimos a expensas de las condiciones que la naturaleza exterior nos brinda, la fertilidad del suelo es una de ellas. Del mismo modo que dependemos de los bienes naturales que nos presta.
A través del trabajo es como nos apropiamos de la naturaleza y la transformamos para conseguir satisfacer nuestras necesidades. Un trabajo que, en estos momentos, está mediado por el sistema de producción capitalista, donde la explotación de una clase subordinada por una élite que también dirige el despojo de los bienes comunes es una realidad. Además, rompe el equilibrio natural que la sociedad necesita para perdurar en el tiempo mediante la destrucción sistemática de espacios naturales. Es un precio demasiado caro que no lo incluyen en la cuenta de resultados.
Así mismo, esta industria capitalista convierte lo superfluo en necesario, buscando el crecimiento en sí mismo, creando nuevas necesidades que puedan mantener un consumo sin freno. Con este fin produce nuevas tecnologías, ahora vestidas de verde, que siguen la misma vía indicada para poder continuar proporcionándoles renovados beneficios y, sobre todo, el control y el poder necesarios para dominar la sociedad.
Todo este proceso no podría llevarse a cabo sin la legitimación, por parte del Estado y de sus instituciones auxiliares, de la propiedad privada. En esa misma lógica facilita el desmantelamiento de los marcos regulatorios de los mercados de trabajo o de protección del medio ambiente cuando el capital lo necesita. Permite y propicia la cesión al dominio privado de derechos de propiedad pública o comunal.
Nos vemos sujetas a un marco jurídico de obligado cumplimiento que legisla y reserva el acopio de los bienes naturales por parte de una élite, despojándonos de la potestad de administrarlos en base a una racionalidad colectiva que busque la equidad en el reparto de los medios de subsistencia y el restablecimiento del equilibrio socionatural.
El trasvase de poder al pueblo no nos lo van a proporcionar las personas que hemos elegido para representarnos en estos organismos, como ya ha quedado patente en Araba durante estas semanas. Los movimientos de defensa de la tierra junto con vecinas y representantes de concejos han transmitido sus quejas y reivindicaciones a las entidades más cercanas, ayuntamientos y juntas generales.
Bajo los gritos de:
El pueblo no se vende, el pueblo se defiende!
Araba ez dago salgai!
Que le pasa al alcalde que no hace caso a los de Valles!
Euskal Herria ez dago salgai Ez, ez ez! Horrela ez!
Con estas reclamaciones defienden espacios naturales y tierras de cultivo de las garras de las transnacionales energéticas. El filtro institucional no ha permitido que ninguna de ellas prospere.
Rebeka González
Hala Bedi babestu nahi duzu?
Hala Bedin proiektu komunikatibo libre, komunitario eta eraldatzailea eraikitzen ari gara. Egunero, ehundaka gara proiektuan parte hartzen dugun pertsonak, eragiten digun errealitatea behatuz eta hura eraldatzen saiatuz, herri mugimenduekin batera.
Gure edukiak libreak dira, inork ez digulako agintzen zer argitaratu dezakegun eta zer ez. Eta eduki hauek dohainik eta modu libre batean zabaltzen ditugu, hedapena, elkarbanatzea eta eraldaketa helburu.
Halabelarririk gabe, Hala Bedi ekonomikoki sostengatzen duten bazkiderik gabe, hau ez litzateke posible izango. Egin zaitez halabelarri eta babestu Hala Bedi!