Desde la iniciativa Haurren auzoa leíamos el domingo asombradas la noticia donde se da aconocer el proyecto de la plaza Echauri (Rafa plaza, como la renombramos en el barrio hace ya varios años).

Nos contaban las conclusiones de un proceso participativo que ha durado nada menos que tres años y que todavía no ha concluido. Lo hacían público cuando todavía estaba por consensuar como hacérselo llegar a las personas que han participado, a las familias de Ramón Bajo y Goian, a las vecinas de la plaza… Desde la iniciativa Haurren auzoa se ha intentado cuidar el proceso y la manera de gestionar la información y hacer una devolución al barrio era importante, pero al equipo de gobierno no le ha parecido tan importante, aunque estaba presente en el último auzogune donde precisamente se habló de este tema.

La iniciativa Haurren auzoa ha desarrollado un proyecto en el que han participado activamente 194 niños y niñas de Ramon Bajo, el profesorado de este centro y 31 participantes de Goian. En un segundo plano se les propuso hacer mejoras a 37 personas mayores de las residencias Aurora y Arquillos, 20 padres y madres, 36 mujeres de diferentes asociaciones de mujeres, 45
personas del movimiento asociativo del barrio, 14 vecinas de asociaciones de diversidad funcional. Para llevar a cabo el proyecto han sido necesarias 25 personas voluntarias para dinamizar, 6 voluntarias psicomotricistas y el acompañamiento técnico del estudio de arquitectura Nondik y la asociación Txatxililipurdi. 3 años de trabajazo en red, pero nada, ni mencionarlo.

Con toda la información del proceso, presentamos al barrio hace ya año y medio un proyecto muy ambicioso que constaba de tres espacios de juego conectados entre sí. Desde el ayuntamiento nos respondieron que por su parte estaban dispuestos a llevar a cabo la remodelación de una de las plazas, la de Echauri. Desde la iniciativa lo valoramos positivamente, entendemos la iniciativa Haurren auzoa como un proyecto dinámico, que no acaba con esta intervención y que el vecindario puede continuar desarrollando.

De todas maneras, nuestro proyecto no buscaba la modernización del barrio, cuando enredamos a toda esta gente nuestra voluntad era hablar de la autonomía de la infancia en el Casco Viejo, de los espacios de encuentro y juego. En el debate ha estado en todo momento el tema del tráfico y por ello nos pusimos en marcha para realizar una propuesta al ayuntamiento que aunara las diferentes necesidades del vecindario: La peatonalización de la colina, pero no sin antes dar una respuesta a la necesidad de aparcamiento, restringir el horario de carga y descarga para que no coincida con el horario del cole… Propuestas muy concretas que siguen a día de hoy sin respuesta.

Nos da pena ver cómo un proyecto tan ilusionante se vende como parte de un gran plan de rehabilitación que no existe, nos entristece que se utilice más en estos momentos en los que se están dando situaciones tan duras con el tema de la vivienda. En el día a día de la escuela y de Goian estamos viendo cómo muchas familias se van a otros barrios a vivir porque no
encuentran alquiler en el barrio, otras viven en condiciones pésimas, la realidad de la calle Santo Domingo podría ser un ejemplo, pero hay muchos otros… la rehabilitación del barrio es
algo de lo que no se puede hablar a la ligera. Desde el ampa de Ramón Bajo, desde Goian, desde las personas que hemos conformado la iniciativa Haurren auzoa, apostamos por una
rehabilitación que tenga en cuenta a las personas que habitan el Casco Viejo.

Estamos contentas con que el proyecto de la plaza Rafa siga adelante como consecuencia del proceso participativo Haurren auzoa, no es parte de un gran plan, es un logro del barrio, de la comunidad educativa y así se lo queremos explicar al vecindario.

Idoia Blanco, Aitor Alustiza Nazabal, Núria Bru y Juan Otero.
Haurren auzoa