El Ayuntamiento de Samaniego inaugurará este domingo el Parque de la Memoria, situado en el término La Custiera de la localidad. En el acto, además de descubrir una placa, se rendirá homenaje a todas las personas represaliadas de la comarca de Rioja Alavesa. Se tratará del primer acto institucional organizado a las víctimas del franquismo en Rioja Alavesa, tras el acto organizado por la iniciativa Ekilore en 2016.

Según el ayuntamiento, a día de hoy no se conoce la cifra exacta de las personas fusiladas en la comarca. Según los datos recogidos por José Antonio y Luis Martinez Mendiluze en un total de 27 personas fueron asesinadas en Rioja Alavesa, a las que hay que sumar otros dos vecinos de Bastida asesinados fuera de Araba. Años más tarde, según los datos recogidos por Txema Flores e Iñaki Gil Basterra el número de vecinos asesinados de Rioja Alavesa se eleva a 33, a los que hay que añadir otras cinco personas sin identificar halladas en Laguardia y otras ocho en Bastida. Por su parte, Javier Gómez Calvo fija en 34 el número de personas asesinadas, paseadas y ejecutadas en Araba por los sublevados entre 1936 y 1945. A ellos suma otras 22 personas de otras provincias asesinadas o enterradas en Araba.

«Samaniego era uno de los pueblos más republicanos de Araba, donde las candidaturas esa filiación conseguían en todas las elecciones ganar por holgadas mayorías. Es por ello que la represión franquista cayó sobre las personas de esa ideología. Dos de nuestros vecinos fueron encarcelados», han explicado.

Se trata de Ignacio Martínez Navaridas, condenado a doce años y un día de cárcel por el delito de “adhesión a la rebelión militar en grado de tentativa” por oponerse al “Glorioso Movimiento Nacional”. Por su parte, Pedro Navaridas Sáenz de Samaniego, fue condenado a doce años de prisión por arengar a los vecinos para que tomaran las armas y se alzaran contra la Autoridad Militar para defender la República. Otros dos vecinos, Migel Navaridas y Viciente Romero, huyeron a zona republicana y ocho vecinos más se vieron obligados a pagar multas por sus antecedentes políticos. Además, una vecina de Samaniego, Basilia González Bergonzo, murió en el bombardeo de Gernika el 26 de abril de 1937.