Lope de Aguirre. Un colonizador no puede ser símbolo de libertad
El pasado diciembre de 2018 un grupo de jóvenes de Oñati estrenaron un largometraje.Tal vez el cartel no causó tanta curiosidad como a mí, creo que a pocas personas nos despertó tal interés. Y es que el protagonista de la película era Lope de Aguirre, un personaje del que poco se sabe, pero cuya leyenda aún sigue rascando en las páginas de imaginativas mentes literarias, científicas y cinematográficas. Casualidad, yo había descubierto meses antes su historia cuando indagando sobre la locura que desencadenó EL Dorado en las ambiciosas almas de los españoles que viajaban al “nuevo mundo” tras el sueño de riqueza, es decir,los que iban a saquear comunidades asentadas en territorios hace milenios.
Un artículo de Manuel Godoy
Cuando asistí a la proyección del filme, un par de jóvenes explicaron cómo llevaban un tiempo consultado sobre los personajes y que su fascinante historia les había animado a rodar un cortometraje con más gente de Oñati, sin importar su experiencia actoral. Hasta ahí todo iba bien, pero una frase pronunciada por uno de los jóvenes me dejó atónito. Sin sonrojarse dijo que Lope había luchado por la libertad de América, que su legado antimonárquico, antiespañol y revolucionarios era de tal importancia que la corona española ordenó en aquellos tiempos borrar su nombre de la historia. Pasando así a ser el innombrable.
Luego reprodujeron la película y sin salir aun de mi asombro me encontré con una impactante primera escena, una introducción que sin mayor esfuerzo me clavó a la pantalla. Allí un anciano con apariencia senil con un bastón inútil batiéndose de un lado a otro, gritaba con arrogancia que Lope de Aguirre era el vasco más importante de la historia universal, que su carta a Felipe II era la más hermosa, noble, valiente y en más defensa del EuskalHerria, afirmando que cualquier vasco que se respete debe tener un Lope en su interior y que de no llevarlo, no podría considerarse vasco, ni nada, sólo un “pobre mierda”. Así puestas las cartas sobre la mesa, sirviéndose el chocolate espeso, aclaremos las cosas. Para no alargar la vaina, como diría mi abuela, enumeraré brevemente los puntos en los que disiento completamente de la película.
- Lope de Aguirre como precursor de la libertad americana.
El primer argumento usado por los jóvenes fue una frase suelta de Simón Bolívar, reconociendo a Lope de Aguirre como el autor de la primera declaración de independencia de América. Dicha afirmación es la típica en los espacios académicos, políticos y sociales con una fuerte tendencia eurocéntrica, pues, desconocen totalmente las luchas emprendidas por comunidades negras e indígenas para conseguir su libertad e independencia ante la corona española. Pareciera así que los procesos de emancipación sólo tomaran importancia cuando las lidera una persona blanca enmarcada en los códigos culturales de Europa. Y no, no es así.
Para este caso, y para no extenderme mucho, nombraré tres luchas por la libertad, de las tantas que se libraron desde la invasión española hasta nuestros días con la dominación imperialista, neocolonial y nacional de las burguesías locales.
En 1539, la cacica (jefa) Guatipán o Gaitana lideró a 5.000 indígenas en lo que hoy se conoce como Colombia, en una guerra contra el español Pedro Añazco, quien cayó derrotado y fue condenado a sufrir el dolor de perforar sus ojos con flechas y morir asfixiado por una cuerda amarrada a su cuello y tirada por cada uno de los nativos. De ahí para adelante,Gaitana lideró diversos asaltos contra las tropas invasoras, sin perdonarle la vida a ninguno, y logró conseguir formidables triunfos militares bajo la consigna de la libertad de los pueblos indígenas. Gracias a ello, pudieron echar a los españoles y mantener el control de sus territoriosdurante décadas. Lamentablemente, la viruela fue un enemigo al que no pudieron vencer, ya que su experiencia médica no entendía las extrañas enfermedades traídas del otro lado del océano y sus cuerpos no alcanzaron a adaptarsea tales males. Por tal motivo, el 90% de la población murió y la restante se vio obligada a replegarse a las zonas más altas de la montaña.
Por otro lado, en 1560, la comunidad indígena de Los Teques, en la actual Venezuela, fue invadida por tropas españolas bajo el mando de Pablo del Collado, que en busca de oro había ordenado la expansión por todo el norte de la región. Sin embargo, la comunidad se organizó rápidamente y eligió al cacique Guaicaipuro para que tomara el liderazgo de la defensa, quien logró asestar importantes golpes militares a las huestes de la corona, como por ejemplo, la muerte de 150 soldados por el capitán Luis de Narváez. De esta forma, Los Teques defendieron su territorio durante más de 8 años hasta que su cacique fue traicionado por un indígena que delató su ubicación, una choza donde fue emboscado y quemado vivo después de que éste tratase de combatir por su vida con una valentía que dejó impactados a los cronistas.
Finalmente, a principios del siglo XVI en el puerto negrero de Cartagena, actual Colombia, los esclavos que eran llevados a las haciendas españolas para obligarlos a trabajar en los cultivos, en la explotación minera o en la construcción de caminos, conocieron la inmensidad de la selva caribeña e idearon distintas maneras de escaparse para internase en la maraña y poder vivir allí en libertad. Aquel territorio ofrecía tantos peligros que los españoles no siempre iban en busca de los esclavos, y así se fueron formando diversos poblados de negros libres en la costa colombiana, donde mantuvieron su cultura africana y la fueron mezclando con la de los nativos, además de organizar pequeñas milicias destinadas a la defensa y asalto a los barcos para liberar a los demás esclavos. En el siglo XVII, uno de estos palenques (San Basilio) tomó protagonismo gracias a su disciplinada estructura militar, política y social, que permitía resistir a los ataques españoles y liberar a decenas de negros esclavizados en otras regiones o traídos al puerto de Cartagena. Fue tal su presión a las autoridades coloniales que la corona española decidió firmar un decreto en 1961 donde reconocía la libertad de esta comunidad, siendo así el primer pueblo libre de América.
Cómo les quedo el ojo, señores fans de Lope. Mucho antes de que su Lope se declarara en rebelión contra los monarcas españoles, muchísimo antes, miles de indígenas y negros ofrecieron su vida por la libertad de sus pueblos, y aunque les duela en su alma blanca, no necesitaron ayuda de europeos. Por otra parte, Lope nunca declaró la independencia de un pueblo americano, en realidad, lo que él hizo fue romper cualquier lazo de lealtad con Felipe II,con el objetivo de declararse rey y señor de un trozo de territorio, donde no era nadie y cuyo liderazgo se lo ganó con el terror de las armas. Por algo hoy en día, en Venezuela, sigue siendo una leyenda para asustar a los niños.
- La carta de Lope no es hermosa, da vergüenza.
El segundo argumento de la película es la carta por la que Lope se hace famoso, la misma que según el viejo loco es la carta más hermosa de la historia universal. Leamos algunos trozos del texto para ver dicha belleza.
“Rey Felipe, natural español, hijo de Carlos, invencible: Lope de Aguirre, tu mínimo vasallo, cristiano viejo, de medianos padres, hijo-dalgo, natural vascongado, reino de España.”
“En veinte y cuatro años, te he hecho muchos servicios en el Pirú, en la conquista de indios y en poblar pueblos a tu servicio, especialmente en batallas y reencuentros que ha habido en tu nombre.”
“He salido de hecho con mis compañeros, cuyos nombres después te dire, de tu obedencia y desnaturándonosde nuestras tierras, que es España, y hacerte en estas partes la más cruda guerra que nuestras fuerzas pudieren sustentar y sufrir.”
“Y mira, rey y señor, que no puedes llevar con título de Rey justo ningún interés destas partes donde no aventuraste nada, sin primero los que en ello han trabajado sean gratificados.”
“Teniendo la fe y los mandamientos de Dios enteros, y sin corrupción, como cristianos; manteniendo todo lo que manda la Santa Madre Iglesia de Roma; y pretendemos, aunque pecadores en la vida, recibir el martirio por los mandamientos de Dios.”
“Que lastima tan grande que, César y Emperador, tu padre conquistase con la fuerza de España la superbia Germania, y gastase tanta moneda, llevada destas indias, descubiertas por nosotros, que no te duelas de nuestra vejez y cansancio, siquiera para matarnos el hambre un día.”
“En el año cincuenta y nueve dio el Marqués de Cañete la jornada del río del Amazonas a Pedro de Orsúa, navarro, y por decir verdad, francés.”
“Muchos hijos-dalgodesta liga, ruegan a Dios, Nuestro Señor, te aumente siempre en bien y ensalce en prosperidad contra el turco y franceses, y todos los demás que en estas partes te quisieran hacer guerra; y en estas nos dé Dios gracia que podamos alcanzar con nuestras armas el precio que se nos debe, pue nos han negado lo que de derecho se nos debía.”
Creo que después de leer estos apartados es evidente que la carta no goza de ninguna belleza, es una ofensa histórica afirmar que este documento es el más hermoso que ha dado la humanidad y es también un desatino salir a decir que todo vasco que se respete debe llevar las palabras de Lope en su corazón, pues, como quedó plasmado de su puño y letra él se sentía español y respetaba la autoridad de la monarquía española sobre los territorios vascos. En síntesis, esta carta sólo es un reclamo de un mercenario de la corona que al ver truncado sus deseos de enriquecerse en tierras americanas, decide separarse para seguir con el saqueo por su cuenta. Jamás es un grito de libertad, Lope sólo quería unas monedas de oro y que su nombre quedará escrito en la historia del colonialismo español, es decir, anhelaba lo mismo que los demás delincuentes que trajeron los reyes para engordar sus tesoros a cambio del asesinato y dominación de pueblos enteros.
- La libertad de un pueblo no puede pisar la memoria de otro.
Alguna vez un profesor de historia me dijo que los pueblos oprimidos se sumergían en una desesperada búsqueda de identidad, que cuando sus culturas eran borradas y reprimidas por una hegemónica, éstas iniciaban una revisión histórica para encontrar nuevos referentes que les ayudaran en la construcción de un mito fundacional y una identidad ancestral que les permita demostrar su riqueza cultural. Pero tales esfuerzos no son muy fáciles, sino todo lo contrario, una y otra vez se encuentran con dificultades para acoplar viejos líderes y leyendas a su actual sociedad. Por eso, los países latinoamericanos llevan siglos intentando forjar una identidad regional y aún no han logrado que calen en la población.
En Colombia, por ejemplo, la imagen de Bolívar fue retomada por el conservadurismo, el liberalismo y las corrientes revolucionarias, porque su legado podía ser fácilmente acoplado al modelo de sociedad a la que ellos pretendían llegar. Sin embargo, en algunas regiones, su historia no ha caído muy bien en las gentes, por ejemplo,en Pasto, nombrar a Bolívar es ganarse una bronca de sus pobladores, pues, ellos no olvidan la omisión de éste ante la incursión de las huestes independentistas que terminó en una masacre de decenas de indios muertos, mujeres violadas y saqueos en toda la ciudad.
Y así con la mayoría de los precursores de la independencia americana, de las costumbres que por más que se parezcan entre ellas no se han logrado amasar en una sola identidad regional, ni siquiera el idioma castellano ha podido servir de canal de unidad. Yo estoy convencido de que algún día los latinoamericanos nos uniremos en hermandad, pero creo que esa búsqueda de una historia en común es un trabajo infructuoso y que sería más útil unirnos a través de lo que somos ahora, de las luchas emprendidas desde la Patagonia hasta el Río Bravo por nuestra libertad. En pocas palabras, mi sueño es la confederación de pueblos que basados en el respeto y en la diversidad cultural se cohesionen para el progreso del continente del realismo mágico, que el olor a guayaba y el arcoíris del maíz nos abone la siembra de la unidad latinoamericana, la tan anhelada por Martí, el Che, Mercedes Sosa y tantas otras. La canción con todos es una muestra en verdad preciosa de dicho deseo.
Todo esto iba porque considero que EuskalHerria también se encuentra sumergida en esa búsqueda por una identidad común y unos referentes históricos que le sirvan para demostrar su origen, su mito fundacional y su riqueza cultural, por la que merecen la libertad e independencia. Pero, igual que en Latinoamericana, dicha búsqueda debe hacerse con sumo cuidado de no ofender a otros pueblos que mismamente luchan por su libertad, justamente por eso, hay que andar con pies de plomo para no erigir figuras oscuras como símbolos de su identidad, tal como pasa con el caso de Lope. Por tal motivo, la asimilación de Aguirre a las banderas por la independenciavasca, es una clara ofensa a los pueblos originarios de América, que sufrieron el colonialismo europeo ejercido por delincuentes como Lope, a los que no les bastaba con saquear nuestras tierras, sino que además se autoproclamaban los portadores de la civilización, la humanidad y la superioridad racial.
Posdata: en Venezuela no toman mate.Que en las primeras escenas aparezcan unos estudiantes vascos tomando mate en Venezuela es una muestra del desconocimiento de las costumbres regionales de los pueblos latinoamericanos. ¿O acaso los vascos beben té a la hora del té por el simple hecho de ser europeos?
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